Pablo Aguado, Paco Ureña y Pijotero, triunfadores del 2019
La Peña Antoñete ha concedido los Premios Minotauro a los protagonistas más destacados de la temporada taurina. En su tercera edición, y de modo excepcional, han sido dos los matadores premiados. Después de dos reñidas votaciones entre los socios, con dos empates consecutivos en el recuento de votos, el Minotauro al Torero del Año, ex aequo, ha sido para Paco Ureña y Pablo Aguado; el Minotauro al Toro del Año ha sido para Pijotero, de la ganadería de Fuente Ymbro, lidiado por Miguel Ángel Perera en San Isidro.
La que iba a ser la temporada de Roca Rey ha terminado siendo la de Paco Ureña. Triunfador en grandes ferias —San Isidro, Bilbao, Nîmes, ha sido artífice de una gran temporada en la que ha demostrado mayor aplomo, plasticidad y profundidad, siempre dentro de su personal forma de sentir y expresar el toreo. La pérdida de un ojo, paradójicamente, le ha dado más sitio y más clarividencia.
Pablo Aguado no ha sido el triunfador de la temporada en términos estadísticos y numéricos, pero sí en el sentido cualitativo, debido al cambio de paradigma que ha supuesto la deslumbrante irrupción de una tauromaquia pura, esencial, clásica e inverosímilmente despaciosa. Aguado reventó Sevilla (y el resto de la temporada) en una tarde en la que hizo el paseíllo entre Morante y Roca Rey; en San Isidro enmudeció a Las Ventas a base de torear despacio, sin más artificio que el temple y un sentido innato del compás. El sevillano ha protagonizado una temporada irregular con la espada, pero muy regular en cuanto a faenas de inspiración, recuperando una tauromaquia que parecía olvidada, ha parado los relojes.
Los dos han sido, para la Peña Antoñete, los indiscutibles triunfadores del año y recibirán nuestro premio realizado por el pintor Eduardo Arroyo. Suceden en la nómina de premiados a Ginés Marín (2017) y Diego Urdiales (2018). El tercer candidato de la terna era Antonio Ferrera, que esta temporada se ha convertido en la mejor expresión de lo que se puede entender como torero integral. Lidiador e inspirado, valiente y artista, poderoso y delicado. La feria de San Isidro 2019 ha supuesto el mayor salto cualitativo en la carrera del extremeño.
En una temporada en la que cabe destacar espacialmente el gran juego mostrado por un número muy elevado de ejemplares, los finalistas del Premio Minotauro 2019 han sido ocho toros. Junto al extraordinario Pijotero de Fuente Ymbro, que enamoró a la afición de Madrid nada más salir por la puerta de chiqueros y ha sido el ganador del premio, la corrida ideal sería la compuesta por estos otros siete ejemplares: Zahareño, de Santiago Domecq, lidiado por El Fandi en San Isidro; Empanado, de Victoriano del Río, lidiado por Paco Ureña en San Isidro; Barquito, de Garcigrande, lidiado por Cayetano en Salamanca; Carasucia, de Valdellán, lidiado por Cristian Escribano en San Isidro; Enviado, de Montalvo, lidiado por Luis David Adame en San Isidro; Ruiseñor, de Victoriano del Río, lidiado por José María Manzanares en Bilbao, y Aperador, de Santiago Domecq, lidiado por Miguel Ángel Perera en Sevilla.
CUARTO AÑO. NUMERO NUEVE. INVIERNO. ENERO – ABRIL. 2020
