Arranca la temporada con el histórico indulto de un toro en Sevilla, entre cuyos méritos se ponderó su actuación durante el tercio de varas, y esa misma tarde, por lo menos, otro toro del mismo hierro brindó un rendimiento ejemplar a lo largo de los tres tercios, aunque no recibió el fervor o clamor del público como para pedirle su indulto.
Los aficionados esperan que a lo largo de esta temporada se extienda la valoración de la bravura —de todos los encastes y diferentes hierros ganaderos— a partir de su evidencia en los ruedos, en la gracia con la que salen de toriles y rematan ante el primer engaño que ven; en el celo y maneras con que acometan al primer capote que miran en vida, ya sea con las patas delanteras extendidas como freno o bien con la cara entera metida en un vuelo hipnótico que sigue las puntas de sus cuernos.
Hablamos de la bravura que se manifiesta en fijar la mirada en la cabalgadura que llega de lejos, arropada con un raro colchón, de donde parece salir una voz y luego, la arrancada —franca o meramente curiosa— con la que se da el encontronazo, el castigo ante el que se crece el bravo o ante el que se amedrenta el manso; allí donde algunos toros levantan el doble de su peso en vilo o bien quedan adormilados por un momento de inmovilidad sin música.
Hablamos de la bravura que permea hasta el último tercio y la última embestida, dispuestos a cambiar una vida por otra tras haber acometido por ambos lados, por arriba y por abajo al embrujo de una tela, al movimiento de una rara geometría que bien vista es también metáfora de la bravura que destilan los toreros buenos y los aficionados de cepa: arrancándonos de largo o en corto ante el primer sonido de un clarín para despejar la plaza pública de todos aquellos intrusos que no son protagonistas de una pasión donde nos crecemos de tercio en tercio ante toda dificultad o estorbo, y nos volvemos respetuosos testigos de un ritual y su liturgia donde cada uno, en cada cual, intenta conjugar lo mejor de sí mismo. Es decir, la bravura.
SEGUNDO AÑO. NUMERO CUATRO. FERIAS. MAYO – AGOSTO. 2018